Comienzan los ciclos (Por Daniel Toda)

EMPIEZA EL CICLO “HOMOSEXUALIDAD, DERECHO Y SOCIEDAD”

El pasado Miércoles 25 comenzó el ciclo “Homosexualidad, derecho y sociedad” que tenemos programado para este cuatrimestre. Abrió fuego el sociólogo del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, que nos explicó que los legisladores tienen varias opciones para reconocer derechos de familia a las parejas homosexuales: matrimonio, unión civil homosexual, o unión civil común, con más o menos derechos en cada caso. La elección más acertada dependerá del tipo de ciudadanía que haya en el Estado: ciudadanías que entienden la igualdad como equiparación total preferirán el matrimonio homosexual, y eso será lo que reivindique el movimiento LGTB. Es el caso de España. En cambio, en países donde la igualdad se entienda como reconocimiento de las diferencias en el espacio público, se preferirá una unión civil homosexual, que puede virtualmente reconocer los mismos derechos que el matrimonio, como en el caso del Reino Unido. Aprendimos que existen varias opciones de reconocer derechos y que la adoptada en España es la más acorde con nuestra sociedad, donde se entiende la igualdad como equiparación total.

Tras la exposición tuvo lugar un breve debate en el que intervino nuestro próximo ponente, Daniel Borrillo, que se encontraba entre el público. Sus observaciones sirvieron para abrir boca de cara a su conferencia que tendrá un carácter más jurídico y se referirá a la Ley 13/2005.

El auditorio lo conformaron 15 personas que se enteraron del acto por medio de la publicidad y escucharon con interés. Esperamos volver a contar con ellas, y con algunas más, para nuestros próximos actos, que serán sin duda también muy interesantes.

HOMOFOBIA EN LA CARLOS III

Tras la primera conferencia de nuestro ciclo “Homosexualidad, derecho y sociedad” tuvimos que reemplazar los carteles con los que la anunciamos por los carteles de la siguiente conferencia que tendrá lugar el Martes 31. Al hacerlo descubrimos que sobre cuatro de los anuncios se habían escrito consignas homófobas.

Se trataba de carteles que estaban colgados en las aulas. Quien escribió esas consignas seguramente no pensó que entre sus compañeros de clase también hay gays y lesbianas. Más que las personas homófobas, nos preocupan estas otras que, al ver a sus propios compañeros de clase expresar sus antediluvianos prejuicios, se sentirían rechazadas. En apoyo a ellas, “Ni+, ni-“ continúa con su ciclo. Nosotros damos la cara y traemos la defensa de nuestros derechos al espacio público, para que sepan los gays y lesbianas de la Carlos III que no están solos frente a la homofobia de sus compañeros.

Respecto a los homófobos, grande habrá sido su sorpresa cuando hayan visto los viejos carteles sustituidos por otros que indican que nuestra actividad continúa y que los tiempos cambian al margen de sus opiniones. Su cobardía queda de manifiesto en el anonimato de los mensajes que escribieron sobre los carteles. Además, el hecho de que no se atrevieran a quitarlos, y de que no causaran ningún incidente en la mesa de reparto de preservativos, cuando nos presentamos en carne y hueso al público, tal vez demuestran que ellos mismos se avergüenzan de su propia homofobia.